Para proteger tu casa o empresa existen muchas opciones de cerraduras, donde más allá del modelo o el tipo de cerradura a elegir, también es muy importante considerar qué marca seleccionar, pues de las empresas fabricantes de la cerradura depende la calidad, durabilidad y seguridad de la misma. Es por eso que siempre recomendamos elegir cerraduras del tipo que prefieras, pero siempre de la mejor marca del mercado. Asimismo, el subgénero del tipo de cerradura representa otro aspecto resaltante al momento de adquirir una. En ese sentido, no existe cerradura electrónica más segura que las cerraduras RFID, ya que se adaptan perfectamente a tus necesidades de seguridad y te ofrecen una sofisticada tecnología para tu protección.
¿Qué son las cerraduras RFID?
Antes de hablar de este tipo de cerraduras electrónicas, debe entenderse que RFID es en realidad un acrónimo de Radio Frecuency Identification, que en español puede traducirse como Identificación por Radio Frecuencia. La especialidad de este sistema es identificar a las personas, objetos u otros sin contacto directo.
Este tipo de cerraduras se abren automáticamente cuando las personas, vehículos, objetos o incluso animales autorizados se acercan a ella mediante la emisión de una señal de radiofrecuencia del usuario a la cerradura.
Funcionamiento de la tecnología RFID
Su funcionamiento es realmente simple: el lector emite una petición de acceso, mediante una señal de radiofrecuencia, al chip receptor dentro del RFID. Dicho chip analizará si la persona, objeto o vehículo que envía la petición está autorizado para dar apertura a la cerradura para posteriormente indicar al lector si la persona es autorizada o no. Si lo es, entonces su petición será cumplida. Todo esto se realiza en tiempo real y en unas milésimas de segundo, siendo así una de las cerraduras más eficientes y seguras del mercado.
Normalmente estas cerraduras emplean antenas RF para emitir las radios señales y suelen operar con frecuencias de 125 kHz, 13.56 MHz, de 400 a 1000 MHz y 2.45 GHz o 5.4 GHz. Las cerraduras más modernas emplean 13.56 MHz, mientras que las más anticuadas emplean 125 kHz. Actualmente gozan de una gran seguridad muy difícil de vulnerar, incluso para ingenieros informáticos.
Etiquetas en RFID
Las etiquetas son aquellas que se encargan de comunicar efectivamente la identificación con el lector. Para ello cuentan con un chip (el cual tiene a su vez un chip único) y una antena que permiten que el contacto continuo y la emisión de señales sea efectiva. A continuación, mostramos los 3 distintos tags que existen:
- Tag RFID pasiva: no requiere suministro de energía, ya que toda la necesaria la recibe de la antena del lector. Su funcionamiento es el siguiente: cuando el chip es detectado por el lector en su campo de radiofrecuencia, la antena y el lector entran en contacto permitiendo la rápida identificación.
- Tag RFID activa: requiere suministro de energía interno. Al tener su propia energía, su radio de alcance es más amplio, por lo que no amerita que las personas vehículos u objetos estén cerca para ser identificados.
- Tag RFID semipasiva: tiene alimentación interna para el chip y no para la antena.
Ventajas de una cerradura RFID
- Seguridad de alta y sofisticada tecnología
- No utiliza ningún tipo de llaves, por lo que te quita un peso de encima
- Instalación relativamente simple
- No requiere instalación eléctrica ni similar
- Con sólo un código de acceso podrás abrir varios y distintos cilindros
- Sus baterías tienen una duración prolongada: 3 años.